Una verdadera estrella de rock del mundo antiguo
En esta ocasión haré un repaso por la historia de una verdadera estrella de rock del mundo antiguo. Hablamos de un músico que tuvo fama y mujeres, pero amó sólo a una y se enfrentó al mismísimo rey del infierno por ella.
Orfeo era hijo de la musa más importante, Calíope y de Eagro en algunas versiones y Apolo en otras.
La palabra música proviene directamente de las musas. Se creía que ellas la habían inventado y se la habían regalado a la humanidad.
Así que no es de extrañar que, siendo el hijo de Calíope (también era común relacionar a Apolo con la música), Orfeo tuviese un don especial para tal disciplina.
En efecto, desde niño, le gustaba cantar. También inventó la lira, al principio con 7 cuerdas, pero luego la extendió a 9, en homenaje a las musas.
¿Un Super héroe?
Su música parecía tener poderes sobrenaturales: Se dice que al oírla, las fieras se calmaban e incluso, se adormecían. ¿Vendrá de este mito la falsa creencia de que la música calma a las fieras? Si lo sabes, déjame un comentario.
Su música, además, podía mover árboles, rocas y detener la corriente de los ríos (el río se detenía para escuchar la música).
Partició en la expedición de los Argonautas, en busca del vellocino de oro y en aquella misión, tuvo la oportunidad de medirse con las mismísimas sirenas: Con su música, marcaba el ritmo de los remeros y tapaba el canto de aquellos monstruos, para evitar que hechizaran a la tripulación (normalmente los marineros se arrojaban al agua y nadaban hacia las sirenas, que los devoraban).
Fue uno de los pioneros de la civilización, ya que enseñaba no sólo música, sino también medicina, escritura y agricultura. Más adelante hablaremos de su participación en la vida religiosa.
Se decía que su música ablandaba el corazón de los hombres más duros. Y en cuanto a las mujeres, bueno, ya te podrás imaginar: Un largo séquito de féminas, tanto mortales como divinas, pretendían su corazón. Pero él las rechazó a todas, excepto a una.
La damisela en apuros
En efecto, cuando conoció a la ninfa Eurídice, se enamoró perdidamente de ella. La muchacha le correspondió y fueron felices juntos. Pero en la mitología griega, cuando los humanos son felices, eso significa que algo malo va a pasar. Y es que para los griegos, los seres humanos no estaban destinados a ser felices.
Así, llegó un día en que a Eurídice se le ocurrió ir a los prados tracios, a visitar a sus amigas, las náyades. Allí la mordió una serpiente. En algunas versiones, el accidente ocurrió mientras huía de un tal Aristeo. No he buscado mucha información sobre esta subtrama. Tal vez en una futura actualización.
El caso es que Eurídice murió y su alma fue a parar al Hades. Desde entonces, la música de Orfeo se volvió más melancólica. ¿Podríamos decir que Orfeo entró en su período gótico? Quien sabe…
Y mientras Orfeo vestía el manto gótico, muchas mujeres intentaron consolarlo, pero él se mantuvo fiel a su amada, incluso después de muerta (insisto: esto es más gótico que un cuento de Edgar Alan Poe).
El rescate
Pero él era una estrella de rock y no iba a dejar que Hades le quitara a su mujer. Así que cuando se cansó de llorar, ideó un plan para rescatarla.
Y su plan consistía, simplemente, en presentarse a las puertas del infierno armado, únicamente, con su lira y su voz.
De haberse tratado de un regetonero cualquiera, habría fracasado, pero él era Orfeo: todos le abrieron paso, encantados con su música. Incluso el terrible perro de tres cabezas, Cerbero, se durmió al escuchar su música. Ese día, los tormentos del infierno se detuvieron, por primera y única vez, para escuchar a Orfeo.
Y como, seguramente, los reyes del inframundo no estaban nada contentos con que todo el mundo dejara de trabajar, sólo para ir a un concierto, decidieron concederle una audiencia en su palacio.
Un concierto privado
A través de su música, consiguió transmitir toda la pena que sentía por la pérdida de su amada. No sabemos si tuvo efecto en Hades, pero sin duda logró convencer a su esposa, Perséfone y ella hizo el resto.
Así, Perséfone convenció a su marido de devolverle a Eurídice, pero el rey del inframundo impuso una condición: Orfeo debía caminar delante de Eurídice y no debía mirar atrás hasta que salieran del inframundo y los rayos del sol bañasen a su mujer.
Orfeo cantaba mientras viajaba de regreso al mundo de los vivos. Supuestamente, Eurídice lo seguía, aunque él no escuchaba nada. Los muertos lo saludaban al pasar, le daban consejos y le revelaban los secretos del inframundo.
Pero cuando estaba por llegar a la salida, Orfeo comenzó a dudar. ¿Y si lo habían estafado? Y entonces, Orfeo se dio vuelta y miró. Grave error.
Con horror, vio cómo Eurídice se deshacía frente a sus ojos y moría por segunda vez.
Orfeo intentó regresar al inframundo, pero el barquero Caronte no se lo permitió. No entendí muy bien por qué la segunda vez no funcionó. Si lo sabes, déjame un comentario.
Orfeo el mago
Sea como fuere, Orfeo volvió al mundo de los vivos, pero ahora rechazaba aún más a otras mujeres ya que, en realidad, no se había rendido aún. En efecto, continuó buscando la forma de develar los misterios del inframundo. Quería volver, pero esta vez, a través de la religión y la magia.
Se convirtió en augur y profeta. Practicó magia y astrología. Fundó varios cultos como el de Apolo y Dionisio. Creó ritos místicos y rituales de iniciación y purificación. Posiblemente, visitó Egipto y conoció los escritos de Moisés. Fundó una sociedad secreta, donde los hombres se reunían en su casa de noche, dejando sus armas en la puerta.
Cuando Hércules tuvo que descender al Hades para capturar a Cerbero, estudió los misterios de Orfeo. Más sobre los trabajos de Hércules aquí.
Fue en una de esas noches que las mujeres, celosas de Eurídice, robaron las armas, mataron a sus discípulos y llevaron a Orfeo a un monte, donde lo descuartizaron.
Su cabeza se perdió, pero más tarde, fue encontrada, todavía cantando y la enterraron en Tesalia.
Zeus decidió colocar la lira en el cielo, creando una constelación y envió el alma de Orfeo a los campos Elíseos, para que cante para las almas de los bienaventurados.
Así, Orfeo consiguió trabajo en el más allá, pero nunca logró reunirse de nuevo con Eurídice.
Bibliografía
- Antes del Principio, de Ariel Pytrell
- https://es.wikipedia.org/wiki/Orfeo
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