El nacimiento de Apolo y Artemisa

Como este post recibió muchas visitas, hice una actualización. En esta ocasión, hablaré del origen del sol y la luna, según la mitología griega. Estos astros están representados en dos dioses, dos hermanos gemelos: Apolo y Artemisa.

Todo empieza con Leto, hija de Ceo y Febe. Esta diosa atrajo la atención de Zeus (sí, ella también). El rey de los dioses la sedujo y ambos se transformaron en codornices. Por alguna razón, prefirieron aparearse bajo esa forma. Así, Leto quedó embarazada.

Cuando Hera se enteró, envió a la pitón del oráculo de Delfos a perseguir a Leto, quien se la pasó corriendo durante todo su embarazo: Y es que Hera había decretado que nadie podía darle asilo.

De hecho, Hera había decretado que Leto no podía parir en ningún lugar donde brillara la luz del sol.

Una isla desierta

Así que Leto se convirtió en loba y siguió huyendo con la ayuda de Bóreas. Afortunadamente para ella, su hermana se había convertido en Ortigia, la tierra de las codornices: Una isla estéril y rocosa que flotaba a la deriva. Como no había habitantes a los que prohibir nada y, seguramente, porque era su hermana, le dio asilo allí.

Pero Hera también le había prohibido a Ilitía, diosa del parto, que ayudara a Leto, por lo que el parto duró 9 días con sus noches. El calvario terminó cuando los dioses sobornaron a Ilitía con un collar de cuentas de ámbar.

Y tuvo gemelos

Así nació Artemisa, diosa de la luna, la diosa virgen, la cazadora y ayudó a su madre con el parto. Todas las diosas (menos Hera, por supuesto) fueron testigos. Entre ellas estaba Temis, como menciono aquí. Más tarde, bajo una palmera, nació Apolo, el dios del sol.

Apolo mató a la pitón y desde entonces, el oráculo de Delfos está consagrado a él y no a Temis, como era en un principio (más detalles sobre esto aquí).

A los siete días de su nacimiento, Zeus envió muchos regalos a Apolo.

Ortigia se convirtió en un lugar sagrado, donde nadie tiene permitido nacer o morir (si te mueres ahí vas a la cárcel). Zeus fijó la isla con una columna que se hundía en el fondo del mar. Desde entonces, la isla pasó a llamarse Delos (la visible).

Epílogo

Luego del parto, Leto se fue con sus bebés a Licia. Allí se detuvo en un estanque para beber. Unos campesinos, instruidos por Hera, intentaron impedírselo: Removieron el barro del estanque para enturbiar el agua. En respuesta, Leto los convirtió en ranas, para que vivieran eternamente en esas aguas lodosas.

Más tarde, Apollo y Artemisa se convertirían en los protectores de su madre, defendiéndola del gigante Ticio (que trató de violarla) y de las burlas de Níobe.

Aquí un divertido video sobre este tema:

Bibliografía

• Antes del Principio, de Ariel Pytrell
• https://porlagreciadezeus.es/nacimiento-artemis-apolo/

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